Por Prof. Betzaidy I. Hernández C.
“La condición esencial de la felicidad
del ser humano es el trabajo”
León Tolstoi
Cuando se habla de docente, se piensa en aquella persona capaz de orientar, guiar e incluso influir en las personas, en este caso en los estudiantes, mediante su disposición para enseñar y dejar de alguna u otra manera una sucesión de conocimientos y buenas acciones en pro del desarrollo de la sociedad.
Ahora bien, este educador sin duda alguna también requiere de una orientación, una vocación y de un conjunto de factores que le diferenciaran del resto de sus homólogos, a este particular se pueden destacar factores éticos, sociales, familiares, profesionales y humanos, intrínsecos en su quehacer, que le permitirá realizar sus labores eficaz y armónicamente. Así mismo, el docente- facilitador debe identificar y dirigir sus funciones hacia una causa especifica, partiendo desde sus habilidades y destrezas, para establecerse iniciativas individuales y colectivas a fin de alcanzar objetivos y metas propuestas.
En este sentido, entre los andragogos existen roles fundamentales desde su desempeño en la gerencia académica, tales como: investigación o extensión, promotor del desarrollo social comunitario, planificador, orientador, evaluador, entre otros. Bajo esta premisa, cabe mencionar la actuación del docente promotor de desarrollo social comunitario, que no es más aquel, capaz de lograr una efectiva integración desde la institucionalidad a la comunidad, fomentando la horizontalidad mediante la participación activa, la solidaridad y la empatía entre los actores vinculados en el contexto educativo (participantes- comunidad- facilitador).
Con respecto a lo anterior expuesto, Ander- Egg (2005), define:
El docente promotor social, es el que interviene en la comunidad para estimular la participación, organización de esfuerzos, a fin de lograr objetivos educacionales e integrar la comunidad a la organización y viceversa, donde juntos conforman un grupo, compartan experiencias, establezcan metas claras y factibles para emprender la búsqueda de estos objetivos planificados (p. 44).
En torno a esta perspectiva, el docente debe contar con principios y valores, que le permitan fortalecer la transformación social en las comunidades, siendo un líder preparado para desarrollar sus habilidades y destrezas y las de sus educandos, a través de las responsabilidades compartidas, la autorrealización, la organización y el estimulo para resolución de las problemáticas del entorno, satisfaciendo las necesidades sociales.
Desde un punto más especifico en la praxis andragógica, el docente como gerente comunitario, primeramente debe crear un ambiente de seguridad entre los participantes, es decir, un ambiente donde cada uno se sienta aceptado, respetado, tolerado, con libertad de expresión en el grupo, conocer y tomarle importancia a su situación e intereses. Otro elemento a considerar es la solidaridad y la articulación, para buscar junto a la comunidad alternativas viables y acertadas para la consecución de los objetivos, así como dar respuesta a las problemáticas existentes. Es entonces, tal como apunta Cipullo (2.011) citando a Prieto Figueroa (1.996):
El docente siempre tiene una interrogante que resolver, siendo una constante búsqueda de solución a los problemas que se presentan en el entorno de su labor educativa; es por ello, que el docente debe detectar los aspectos que favorezcan o dificulten el aprendizaje con el fin de mejorarlos o sustituirlos. (p. 97)
En definitiva, me identifico con el docente promotor del desarrollo social comunitario, ya que las funciones del están basadas en: Analizar la realidad en todos los ambientes, promover acciones para la solución de problemas e intervenir en los procesos de transformación; situaciones que de una u otra forma he venido ejerciendo desde mi ámbito laboral y la articulación e interrelaciones con los diversos actores de la sociedad donde me encuentro inmersa en lo personal y familiar.
Lo que se resume netamente en la filiación por el trabajo en equipo, consciente de mi realidad personal y con una clara visión de lo que quiero lograr a futuro, a través de la sinergia, disciplina y el compromiso tanto desde mi campo de acción como con los demás involucrados en el proceso educativo y social.
Betzaidy Isabel Hernández Castellanos. Profesora del Programa Nacional de Formación en Turismo en la Unidad Curricular: Modalidades del Servicio Turístico- Nueva Visión Territorial del Turismo. Delegada de Pasantías y Prácticas Profesionales del P.N.F. en Turismo- UNEY. Miembro REDDOLAC. Diplomado: Servicio de Alojamiento con Identidad Territorial. Licenciada en Turismo (UPTAEB). Técnico Superior Universitario en Turismo (UNEFA).
bhernandez@uney.edu.ve - uney.cehotur.edu.ve@gmail.com
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